VIERNES de la VII SEMANA DE PASCUA, (Tercera Semana del Salterio)
En las Iglesias donde se celebre mañana la Misa Vespertina de la Vigilia de Pentecostés, como será en la nuestra, a las 19 horas, leeremos juntas, tanto hoy como mañana (que serán las lecturas que os envíe mañana), tanto la relativa a los Hechos como la que pertenece al Evangelio de san Juan, del sábado VII del Tiempo de Pascua que marca la liturgia. Estas lecturas contienen durante hoy y mañana la conclusión de los dos escritos que hemos ido leyendo a lo largo de la Cincuentena Pascual y sería como perdernos el final de una interesante película o de un buen libro, la mejor película, el mejor libro que podía llegar hasta nosotros. Si omitimos estos escritos, ambos quedarían inconclusos.
En la primera lectura, cuando Pablo apela a Roma (es una lástima que se haya omitido el texto precedente), el gobernador Festo presenta su caso al rey Agripa y a su esposa Berenice a su llegada a Cesarea. Tal como hicieron Pilato y Herodes con el Señor, expone el caso desde el estricto ius romanum. Llama la atención que Festo describa a Pablo como alguien que habla de un tal Jesús, ya muerto, que él sostiene que está vivo. El litigio no se ha resuelto y Pablo, que había apelado al César, queda en la cárcel hasta el momento de remitirlo al emperador, es decir, a Roma.
En el Evangelio, el último capítulo de Juan, el veintiuno. Jesús pregunta a Pedro si le ama, y se lo pregunta tres veces, porque tres veces había negado al Señor. Al final, de manera conmovedora, Pedro humildemente remite su amor al conocimiento de Jesús: Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero. El ministerio apostólico se fundamenta en un acto de amor que abarca toda una vida: Apacienta mis ovejas. Es toda la existencia de Pedro la que se convierte en un único y sublime acto de amor a su Señor.
Cuando venga el Espíritu de la Verdad, os guiará hasta la verdad plena -dice el Señor-. Aleluya.
(Jn. 16, 13)
¡Paz y bien!
& Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles. (Hch. 25, 13b-21)
«De un tal Jesús, ya muerto, que Pablo sostiene que está vivo»
& Salmo Responsorial (102)
«El Señor puso en el cielo su trono»
X Lectura del evangelio según san Juan. (Jn. 21, 15-19)
«Apacienta mis corderos, pastorea mis ovejas»