MIÉRCOLES de la VII SEMANA DE PASCUA, (Tercera Semana del Salterio)
En la primera lectura, el final del discurso de Pablo a los presbíteros de Éfeso en Mileto y su adiós, El relato conmueve: oran conjuntamente, se dan el ósculo de la paz y lo acompañan hasta la embarcación. De las palabras de Pablo hay que resaltar éstas: Tened cuidado de vosotros y de todo el rebaño sobre el que el Espíritu_ Santo os ha puesto como guardianes para pastorear la Iglesia, que él adquirió con la sangre de su propio Hijo. La densidad teológica y ministerial de esas palabras es extraordinaria. También Pablo transmite una perla, una palabra del mismo Señor fuera de los Evangelios: Hay más dicha en dar, que en recibir.
En la primera lectura, el final del discurso de Pablo a los presbíteros de Éfeso en Mileto y su adiós, El relato conmueve: oran conjuntamente, se dan el ósculo de la paz y lo acompañan hasta la embarcación. De las palabras de Pablo hay que resaltar éstas: Tened cuidado de vosotros y de todo el rebaño sobre el que el Espíritu_ Santo os ha puesto como guardianes para pastorear la Iglesia, que él adquirió con la sangre de su propio Hijo. La densidad teológica y ministerial de esas palabras es extraordinaria. También Pablo transmite una perla, una palabra del mismo Señor fuera de los Evangelios: Hay más dicha en dar, que en recibir.
Cuando venga el Paráclito, que os enviaré, el Espíritu de la Verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí y también vosotros daréis testimonio -dice el Señor. Aleluya.
(Jn. 15, 26-27)
¡Paz y bien!
& Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles. (Hch. 20, 28-38)
«Os encomiendo a dios, que tiene poder para construiros y haceros partícipes de la herencia»
& Salmo Responsorial (67)
«Reyes de la tierra, cantad a Dios»
X Lectura del evangelio según san Juan. (Jn. 17, 11b-19)
«Que sean uno, como nosotros»