MIÉRCOLES DE LA XII SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO, (Cuarta Semana del Salterio)
EUCARISTÍA VESPERTINA DE LA SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DE SAN JUAN BAUTISTA
Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo.
(Lc. 1, 68)
¡Paz y bien!
Juan asume tipológicamente la figura del profeta Jeremías, como se propone en la primera lectura de la Vigilia de este día de fiesta. Su misión es como la de los profetas, y con mucha más razón fue santificado desde el seno materno. La liturgia aplica los versículos del salmo setenta a la persona de Juan, escogido desde su gestación: En el vientre materno ya me apoyaba en ti, en el seno tú me sostenías.
San Pedro, como podemos ver en la segunda lectura, también de la Vigilia, sitúa a san Juan, el Bautista, entre los profetas que: estuvieron explorando e indagando sobre la salvación de Cristo. En el Evangelio, también, leemos la anunciación del nacimiento de Juan a Zacarías, su padre, en el recinto del Templo de Jerusalén. Su misión será preparar al Señor un pueblo bien dispuesto.
& Lectura del libro de Jeremías. (Jer. 1, 4-10)
«Antes de formarte en el vientre, te escogí»
& Salmo Responsorial (70)
«En el seno materno, tú me sostenías»
& Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro. (1 Pe. 1, 8-12)
«Sobre esta salvación estuvieron explorando e indagando los profetas»
X Lectura del evangelio según san Lucas. (Lc. 1, 5-17)
«Te dará un hijo, y lo pondrás por nombre Juan»