SÁBADO de la VI SEMANA DE PASCUA, (Segunda Semana del Salterio)
MEMORIA DE SAN ISIDRO LABRADOR
San Isidro fue canonizado en el año 1622, juntamente con santa Teresa, San Ignacio, San Francisco Javier y San Felipe Neri. Fue una canonización célebre. La memoria del humilde labrador y pocero se había mantenido en Madrid desde el siglo XI, cuando él vivió (aún en época mozárabe). Era un laico cristiano casado y hombre de oración. Es sorprendente que perviviera la memoria de su santidad siendo de condición pobre y humilde. San Isidro es estimado en el mundo del campesinado del que es patrón.
En las lecturas de hoy vemos cómo Pablo empieza su tercer viaje misionero cuya meta es llegar a Éfeso, la gran ciudad de Asia Menor. En esta ciudad encuentra una figura notable de cristiano, Apolo. Un creyente culto y fervoroso que se distingue en las disputas públicas con los judíos demostrando con la Escritura que Jesús es el Mesías.
En el Evangelio, Jesús añade un motivo nuevo, algo que jamás habían oído sus discípulos: desde ahora todo será pedido al Padre en nombre suyo. Desde entonces, las oraciones litúrgicas que se dirigen al Padre concluirán siempre con el per Christum, Dominum Nostrum, ya que el Padre nada puede negar a los que le invocan en nombre de su Hijo. La oración litúrgica cristiana universalmente siempre es ad Patrem per Christum in Spiritui Sancto (Al Padre por el Hijo en el Espíritu Santo).
Hoy y los días feriales que están por venir cantaremos el salmo número sesenta y siete: Se levanta Dios y se dispersan los enemigos. Es un salmo que Pablo cita en la carta a los Efesios para contemplar la Ascensión del Señor. Principalmente por el verso: Ascendens in altum captivam duxit captivitatem (“Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad”. Ef. 4, 8).
Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. Aleluya.
(Jn. 15, 1)
¡Paz y bien!
& Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles. (Hch. 18, 23-28)
«Apolo demostraba con la Escritura que Jesús es el Mesías»
& Salmo Responsorial (46)
«Dios es el rey del mundo»
X Lectura del evangelio según san Juan. (Jn. 16, 23b-28)
«El Padre os quiere porque vosotros me queréis y creéis»