VIERNES DESPUÉS DE CENIZA Tiempo de Cuaresma, (Cuarta semana del salterio)
«Señor, enséñanos tus caminos, instrúyenos en tus sendas»
(Sal. 24, 4)
Los viernes de Cuaresma tienen un carácter marcadamente penitencial. Isaías, en la primera lectura, integra la práctica del ayuno a la justicia y a la misericordia. En el Evangelio el Señor nos enseña que el ayuno de la Nueva Alianza va unido a su persona y a su destino. Los cristianos deben ayunar porque el Esposo ha sido arrebatado, sin embargo, también deben dejar de ayunar y hacer fiesta porque ha resucitado. De ningún modo pueden guardar luto mientras el Esposo está con ellos. La vida eclesial es lucha y fiesta, Cuaresma y Pascua, como un continuum. El salmo es el Miserere. Lo único que puede ofrecer la Iglesia estos días es un corazón quebrantado y humillado.
¡Paz y bien!
& Lectura del profeta Isaías. (Is. 58, 1-9a).
«Este es el ayuno que yo quiero».
& Salmo Responsorial (50)
«Un corazón quebrantado y humillado, oh, Dios, Tú no lo desprecias».
X Lectura del santo evangelio según san Mateo. (Mt. 9, 14-15)
«Cuando les sea arrebatado el esposo, entonces ayunarán»,