VIERNES DE LA OCTAVA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR. (Primera semana del salterio)
«Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros»
SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS
La Iglesia dedica hoy a María el título más
grande: “María, Madre de Dios”. El título mariológico por excelencia es
una profesión de fe cristológica. Aquel que nos ha nacido es verdadero Dios
y verdadero hombre y María es verdaderamente la Madre de Dios, “más
gloriosa que los querubines e incomparablemente más venerable que los
serafines” según el himno Agyos estin. La solemnidad mariana de hoy
es la más antigua que la Iglesia de occidente dedica a la Bienaventurada Virgen
María. Es como si la Iglesia no pudiese irse de la cuna del Señor sin saludar a
aquélla que nos dio al Verbo divino.
Esta solemnidad se celebra en la Octava de la Natividad del Señor y en el día de su circuncisión. En María, nombrada como “Theotokós” (“Madre de Dios”) la Palabra se hizo carne, y acampó entre los hombres el Hijo de Dios, el príncipe de la paz, cuyo nombre está por encima de cualquier otro nombre
¡Paz y bien!
& Lectura del libro de los Números. (Núm. 6, 22-27)
«Invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel y yo los bendeciré».
& Salmo Responsorial (66)
«Que Dios tenga piedad y nos bendiga».
& Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas. (Gál. 4, 4-7)
«Envió Dios a su hijo, nacido de mujer».
X Comienzo del Santo Evangelio según san Lucas. (Lc. 2, 16-21)
«Encontraron a María, y a José y al niño.
Y a los ocho días, le pusieron por nombre Jesús».
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